La inherente intrascendencia de la visita del primer mandatario estadounidense George W. Bush se vio reflejada en la cobertura periodística de la misma, cobertura que, a falta de detalles o informacion más relevante que difundir, debió centrarse en la alimentación del Presidente. Al parecer, es de suma importancia la edad del cordero engullido, como lo es asimismo la composición de la guarnición, consistente en una ensalada de lechuga, tomate y cebolla. Un tanto poco esmerada esta guarnición, podrán pensar algunos, pero evidentemente se trata de una jugada magistral de los encargados del catering de Presidencia: la consigna habría sido la de no opacar el sabor de la carne ovina con acompañamientos exóticos. Sabido es que no es parte de la agenda del poder ejecutivo crear espacios de negociación para exportar lechugas, tomates o cebollas, al menos por el momento.Al parecer la estrategia habría surtido efecto, ya que el sábado por la noche, en la recepción que se realizó en la residencia del embajador estadounidense en el parque de los aliados, el presidente norteamericano habría comentado, por lo bajo y al oído a Jorge Batlle, lo impresionado que se encontraba con la calidad de las carnes uruguayas. Consultado al respecto, Jorge Batlle declaró: "Al principio pensé que era el clásico elogio fácil, viste como es, todos terminan diciendo lo mismo, éste por lo menos ahora agregó lo del software a la vieja cantarola de la carne, las playas, punta del este y los alfajores; pero cuando me di cuenta de que al terminar el comentario me hizo una guiñada y lanzó una mirada de soslayo a la derecha que, cuando la seguí, me dirigió a la mecha (Mercedes Menafra), que estaba agachada revisando la alfombra y le preguntaba a la mujer del embajador dónde la había comprado, para llevarla al HechoAcá, viste como es ella, no para de trabajar un segundo... Bueno, ahí me di cuenta de lo que estaba hablando y le terminé creyendo a la Bea (Beatriz Argimón), que más temprano me había dicho que le había pellizcado un glúteo..." Tras habérsele afirmado que el grabador había sido apagado agregó: "Al final estos yanquis son todos una manga de alzados, del primero al último"
Las declaraciones que trascendieron y que Bush realizara a modo de chistes en dicha recepción parecen confirmar lo expresado por el ex-presidente colorado, ya que, como es de dominio público, George W. Bush le dijo a Batlle que cuando se retirara lo invitaba a pasar unos días a su rancho de Texas, evidentemente con intenciones impuras ya que era de esperarse que el líder de la lista 15 acudiera a dicha visita con su señora. Ante este comentario y al parecer captando la ironía en el mismo, Jorge Batlle no se amilanó y respondió que no pensaba retirarse, y agregó por lo bajo a Isaac Alfie, que se encontraba a su derecha masticando un saladito e introduciendo otro al bolsillo de su saco, "si te querés matar a alguien en tu rancho llevate iraquíes y tirales con una AK-47, mono analfabeto". Pero aquello no acabó allí, ya que mas tarde Bush, interrumpiendo su discurso, le dijo a Batlle "¿Vos todavía acá? Creí que te habrías ido a dormir". Quienes se encontraban cerca del ex presidente uruguayo alcanzaron a oir que este mascullaba "Sí, las ganas que tenés vos de que me vaya y deje a la vieja acá, mejicano de mierda, mas te vale volver antes que terminen el muro que querés hacer en la frontera o no te van a dejar entrar." Entre tanto, Guillermo Striling, algo entrado en copas, hubo de ser desalojado discretamente ya que le habría sustraído el walkie-talkie a uno de los efectivos de la custodia personal de Bush y se habría escondido detrás de una cortina desde la que se escuchaba "atentos, todas las unidades, aquí el ministro, aquí el ministro". Consultada acerca de este hecho la esposa del ex-ministro declaró con lágrimas en los ojos que "Guillermo no... no está bien... (sollozos), discúlpenme-" tras lo cual huyó corriendo hacia el automóvil, desde el cual, sentado al volante, Stirling imitaba con la boca el ruido de una sirena de patrullero.
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